Dr. Daniel M. Laskin, Premio Internacional SECIB 2016

Su impulso a la Cirugía Oral y Maxilofacial en Estados Unidos y sus contribuciones científicas como autor de libros y artículos y director del Journal of Oral and Maxillofacial Surgery son tan solo algunos de los méritos que han llevado al Dr. Daniel M. Laskin a alzarse con el Premio Internacional de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB) 2016.

—¿Cuáles cree que han sido los mayores progresos que se han producido en el campo de la Cirugía Oral y Maxilofacial en los últimos años?
—Creo que el mayor avance ha sido el desarrollo de un implante dental que funciona. Esto ha permitido a los profesionales restaurar la función dental de sus pacientes en situaciones en las que antes no se podía. Otro desarrollo importante ha sido la introducción de la osteogénesis por distracción, que permite al cirujano oral y maxilofacial corregir las deformidades de la mandíbula o restaurar defectos óseos sin necesidad de injertos óseos. Finalmente, la introducción de la tomografía computerizada de haz cónico permite en la actualidad hacer radiografías detalladas y manipularlas, de modo que ha mejorado mucho el diagnóstico y el tratamiento de lesiones traumáticas y patológicas que afectan a los maxilares y a estructuras relacionadas.

—¿Cómo ha cambiado el campo de la Cirugía Oral y Maxilofacial desde que usted empezó?
—Desde que llevo relacionado con la especialidad, he visto cambios tremendos. Tal vez el más importante ha sido la introducción de la pieza de mano de alta velocidad. Cuando comencé mi carrera, la extracción de dientes impactados era un proceso arduo, que generalmente requería de una complicada eliminación de hueso mediante un escoplo y un martillo, y la odontosección con una fresa rotatoria a baja velocidad. La capacidad de cortar el hueso rápidamente también ha llevado a mejoras en la cirugía ortognática y otros tipos de cirugía ósea.

Otro cambio importante fue la introducción de la radiografía panorámica, que permite visualizar ambos maxilares en una sola película, mientras que anteriormente se requerían muchas radiografías pequeñas para visualizar los dientes, o emplear radiología médica para visualizar los maxilares.

Un tercer cambio importante ha sido el desarrollo de anestésicos locales más efectivos para eliminar el dolor y con una mayor duración.

—¿Cómo puede un joven dentista llegar hasta donde usted lo ha hecho a nivel profesional?
—Para desarrollar una carrera similar a la mía hay que escoger la vía académica en lugar de dedicarse solo en la práctica clínica privada. También significa que hay que implicarse en actividades de investigación y en la publicación de artículos científicos y clínicos que aportan conocimiento a la profesión.

—¿Qué ha aprendido de cada una de las facetas profesionales que ha desarrollado?
—Como educador aprendí que a medida que enseñas, también aprendes. Para ser un buen profesor siempre tienes que ser consciente de los avances más recientes en el campo, lo que significa que, al mismo tiempo que eres un profesor, también estudias. Como clínico aprendí a ser conservador en mi enfoque de los pacientes y a permitir siempre a la naturaleza ser una parte de mi tratamiento, siguiendo el consejo del ensayista Pope, que dijo: «No seas el primero que pruebes lo nuevo, ni el último en descartar lo viejo». Como escritor aprendí que puedes contribuir al avance de la profesión si eres capaz de retar a la gente a que piense. Finalmente, como líder aprendí que se puede ayudar a promover la especialidad para el beneficio del paciente y del clínico si se es activo en las organizaciones que representan nuestra especialidad y/o nuestra profesión.

—¿Qué aptitudes y conocimientos debe poseer un joven estudiante para llegar a ser un buen cirujano oral y maxilofacial?
—Los estudiantes que terminan sus estudios de Odontología y realizan formación avanzada en Cirugía Oral pueden llegar a ser buenos clínicos. No obstante, para seguir siéndolo, no pueden solo confiar en lo que han aprendido previamente. Deben continuar siendo «estudiantes» el resto de su vida profesional, de modo que sean constantemente conscientes de los cambios en la especialidad y sean capaces de incluir estos progresos en su práctica cotidiana.

—¿Qué formación complementaria le recomendaría a un futuro cirujano oral y maxilofacial?
—Como la especialidad une la Odontología y la Medicina, creo que el futuro de los cirujanos orales debe pasar por expandir su conocimiento en el tratamiento médico de los pacientes mediante rotaciones en servicios médicos hospitalarios. Desde mi punto de vista, necesitan aprender a usar la sedación de modo autónomo en pacientes que requieren este tratamiento y que la formación en psicología los hará mejores clínicos.

—¿Piensa que actualmente los profesionales abusan de los implantes en las consultas?
—Aunque siempre existe la posibilidad de colocar un número excesivo de implantes, o emplear implantes cuando podría haber otros tratamientos más beneficiosos y tener una mejor relación coste-eficacia, no creo que esta sea la situación habitual. Los implantes dentales son un método único para restaurar la función oral.

—¿Cómo encontrar solución a la osteointegración y la periimplantitis?
—Ya no creo que exista un problema con la osteointegración, siempre que haya una estructura ósea adecuada. La investigación actual está dirigida a mejorar estas situaciones mediante el uso de factores de crecimiento óseo, para ayudar a la formación de hueso.

Por su parte, la periimplantitis puede ser un problema relacionado con el clínico o con el paciente. Así, si el clínico no prepara bien la zona receptora del implante, si hay una estructura ósea inadecuada, o si el implante no es restaurado adecuadamente, puede aparecer la periimplantitis. No obstante, estas situaciones pueden evitarse fácilmente.

El problema más importante se da con el paciente que no sigue un cuidado adecuado para el implante en términos de higiene oral. Los pacientes que han perdido sus dientes a consecuencia de la enfermedad periodontal no tuvieron un cuidado adecuado de sus dientes y, si estos malos hábitos persisten, el mismo problema afectará al implante dental.

—¿Cuáles piensa que son los grandes desafíos de la Cirugía Oral y Maxilofacial?
—Desde el punto de vista clínico, están los retos de las mejoras en el diagnóstico y tratamiento del cáncer oral, el tratamiento de la osteonecrosis de los maxilares provocada por fármacos y el desarrollo de sustitutos de tejidos duros y blandos producidos por ingeniería tisular. Respecto a los retos profesionales, estos varían según el país. En España existe el problema de que la Cirugía Oral, al contrario que en la mayoría de países del mundo, no está reconocida como una especialidad de la Odontología. Esto hace que el paciente que demanda estos servicios tenga dificultades en diferenciar entre el especialista y el odontólogo general, y esto posiblemente le priva de la mejor atención.

—¿Qué países lideran la investigación en el área de la Cirugía Oral y Maxilofacial?
—Esta es una pregunta difícil para mí, porque no toda la investigación se publica en inglés. Desde el punto de vista de la investigación publicada en revistas profesionales, los Estados Unidos, Japón y China están entre los líderes. Brasil y España también contribuyen en este campo de manera importante.

—¿Qué significa para usted el premio que acaba de recibir de SECIB?
—Este premio no es solo un reconocimiento a mis contribuciones a la especialidad, y es personalmente gratificante, sino que también reconoce a otros individuos que contribuyeron a mi carrera: mis maestros, los colegas que colaboraron conmigo y los muchos cirujanos orales y maxilofaciales con los que tuve el privilegio de formarme.

Los océanos ya no nos separan y ahora hay un intercambio libre de conocimiento e información entre naciones, que beneficia tanto a los clínicos como a los pacientes.


Apuntes profesionales

El Dr. Laskin obtuvo su DDS en la Escuela de Odontología de la Universidad de Indiana y su Maestría en Ciencias en la Universidad de Illinois. Fue profesor y Jefe del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial en la Facultad de Odontología (1973-1983) y profesor clínico de Cirugía en la Facultad de Medicina (1961-83) en la Universidad de Illinois, donde actualmente ocupa el rango de Profesor Emérito.

Desde 1984 hasta 2002 fue profesor y director del Departamento de Cirugía Oral y Maxilofacial en la Facultad de Odontología y presidente de la División de Cirugía Oral y Maxilofacial en la Facultad de Medicina de Virginia, donde permanece como profesor y presidente emérito.

El Dr. Laskin ocupó la presidencia de la Asociación Americana de Cirujanos Orales y Maxilofaciales, y también fue director de la revista de Cirugía Oral y Maxilofacial (1972-2002). Además, es expresidente, exsecretario general y exdirecto